lunes, 2 de mayo de 2016

¿Qué son las empresas B-Corp?

Está claro que la persecución del máximo posible de ganancias, el consumismo desenfrenado y la competencia feroz por obtener y explotar mercados está abonando la crisis civilizatoria que vivimos como especie. Contribuir a revertir esta tendencia debería ser el nuevo consenso de estados, empresas, individuos, movimientos sociales y otros actores comprometidos con la vida.
El término responsabilidad social, comenzó a utilizarse de forma generalizada a comienzos de la década de 1970,  y se refería  principalmente a  las empresas.  Una primera noción de responsabilidad social se centraba en las actividades filantrópicas y con el tiempo se han ido sumando materias como prácticas laborales, derechos humanos, el medio ambiente, la protección al consumidor y la lucha contra el fraude y la corrupción, al tiempo que se les ha concedido mayor atención.
Las actividades de una empresa no pueden estar ajenas a los problemas sociales y medioambientales presentes en las sociedades que opera. Es por esto que en el año 2.000 ciertas empresas redefinieron el concepto de éxito en los negocios, dando inicio a lo que hoy se conoce como Sistema B.
En  2006   los emprendedores Jay  Coen  Gilbert, Bart  Houlahan y Andrew  Kassoy  crearon  B-Lab,  una asociación  sin  fines  de  lucro  para  definir  de  nuevo  el  éxito  de  las  empresas: “Las empresas sociales no compiten por ser las mejores del mundo, sino por ser las mejores para el mundo”.
En 2.008, las empresas comenzaron a acreditar la certificación B-Corp. En  2.012  el  sistema  B  nació  como  adaptación  de  las  B-corps  en América Latina, especialmente en Argentina,  Brasil,  Chile y  Colombia. Actualmente para certificarse las empresas tiene que completar un cuestionario de 200 puntos en el sitio de internet del organismo www.sistemab.org.
La evaluación se compone de cuatro partes: la gobernanza, los trabajadores, la comunidad y el medio ambiente. Las  empresas  que  obtienen  una  puntuación  mínima  de  80  puntos  se  pueden certificar y se entrega una documentación de respaldo.
La organización sin fines de lucro B-Lab otorga certificaciones a nivel mundial de empresas que cumplen rigurosamente ciertos estándares sociales, medio ambientales, de responsabilidad y transparencia.
Las empresas B tienen como  foco central los negocios que se crean para ofrecer beneficios sociales o ambientales a través de la venta de productos y servicios, y entienden la rentabilidad financiera como una herramienta indispensable para lograr sus fines, pero no como su única razón de ser. Son empresas con un ADN propio, definido por el objetivo social y/o ambiental. Las empresas B se diferencian de las empresas tradicionales en que no tienen como  propósito central maximizar la rentabilidad financiera de sus dueños o accionistas, y en que incorporan prácticas responsables con la sociedad y el medio ambiente.
Junto con estas nuevas empresas surge un nuevo tipo de inversionista, el inversionista de impacto, que busca crear un impacto positivo más allá del retorno financiero. Busca activamente ubicar capital en negocios y proyectos que pueden ofrecer soluciones de escala a los problemas sociales y ambientales del planeta.
El número de empresas certificadas a nivel mundial está creciendo de manera considerable, de tal modo que hoy existen cerca de 1.300 empresas B en 38 países. América del Sur, cuenta con más de 100 empresas certificadas, 29 de ellas son argentinas y los especialistas creen que esta cifra podría aumentar dándole una mayor difusión a la certificación y promoviendo la inversión que busque no solo el impacto económico y la retribución de ingresos, sino también que generen impacto positivo en la sociedad donde se desarrollan.
La intervención de la UNNOBA. Los docentes de la UNNOBA Daniel Galli, Graciela Molinari, Martín Monticelli y Paula Finarolli, y los estudiantes franceses Mathieu GUYON y Esther DEPREZ, de la Universidad HEI (Hautes Etudes d'Ingénieur), de ingeniería del país europeo realizaron una investigación consultando a empresas con este tipo de certificación. La iniciativa se fundamenta en analizar la nueva tendencia en empresas que nacen con la misión de solucionar problemas socioambientales desde los productos y servicios que comercializan.
El informe de la universitario señala que el número de casos no parece suficiente para construir estadística, pero si para demostrar una tendencia que puede contribuir en grande hacia la construcción de una economía menos dañina a la sociedad y al medio ambiente.
Este estudio fue elaborado recopilando información de empresas que actualmente tienen la certificación B-Corp. La población encuestada fue de 788 empresas, de 37 países distintos.
El 85.5 % de la población encuestada recibió un cuestionario en inglés, y el 14.5% restante en castellano, así mismo el envío fue realizado de manera personalizada con el objetivo de obtener al máximo de respuestas. La encuesta se consideró representativa habiendo obtenido un 10 % de las respuestas, de las cuales el  22,3% perteneció a los países hispánicos y 8% a los ingleses.
El 72% de las empresas que contestaron  son pymes.  Dos conclusiones se desprenden de esta primera cifra, por un lado es posible que las pymes contestaran más que las empresas grandes y por otro lado, los resultados muestran que las empresas acreditadas son mayormente micro y pymes.
Los resultados de los números de empleados en las empresas confirman esta tendencia. La mayoría de las empresas que contestaron tenían entre 1 y 10 empleados, y los tres cuartos menos de 50 personas.  El 70% de las empresas B son de servicios, y el 30% de producción.
Una certificación de empresas ya comprometidas. Antes de buscar la certificación B ya el 88% de las empresas desarrollaban actividades de Responsabilidad Social Empresaria, contando entre ellas certificaciones tramitadas previamente sobre aspectos como materia prima orgánica utilizada o normas ISO 9001:2008 que trata del sistema de gestión de calidad u otras referidas a sus buenas prácticas, al comercio justo o a los sistemas de gestión de medio ambiente.
Al preguntar las razones por las cuales eligieron B-Corp, las respuestas fueron variadas. Algunas empresas eligieron B-Corp porque refleja claramente sus valores y principios, estando alineadas con el propósito de ser empresas responsables para el mundo. También a un grupo de empresas les gusta B-Corp por el hecho de que su modelo de negocios tiene un beneficio ambiental y social. Ser una empresa B es para  ellos “una manera real de impactar en la sociedad y el medio ambiente haciendo lo que saben hacer desde su propia actividad empresarial”. Otras empresas eligieron B-Corp porque esto representa un reconocimiento a nivel mundial.
Con el propósito de observar los cambios que hicieron las empresas en relación a acciones sobre el medio ambiente,  prácticas laborales,  derechos humanos, la gobernanza de la organización, la participación activa y desarrollo de la comunidad, los consumidores y sobre  las prácticas justas de operaciones, se preguntó lo que hacían  antes y después de obtener la certificación.
En el caso de las empresas argentinas relevadas, varias no tuvieron  proceso de transición porque nacieron como empresa B, otras han cambiado muy poco de su accionar para obtener la certificación. Lo que hicieron fue darle forma a lo que ya venían haciendo, sobretodo en cuestiones de medio ambiente, prácticas laborales, y participación activa y desarrollo hacia la comunidad.
El estudio también comprobó que uno de los impactos positivos de la certificación es que muchas empresas que la obtienen comienzan a trabajar, siendo proveedoras o clientes de otras empresas certificadas, lo cual avanza en la idea de ir modificando la economía, ya que crea una especie de comunidad entre empresas que tienen este tipo posturas respecto de su entorno.
También se comprobó que muchas empresas decidieron hacer acciones complementarias para la sociedad y comunidad, como por ejemplo la creación de un código de buena conducta, prácticas laborales alineadas con el comercio justo, la inserción laboral de personas en situación  de vulnerabilidad social, una compensación de su huella de carbono, etc.
Los beneficios de ser empresa B CorpAl preguntarse sobre lo que ganaron gracias a esta certificación, el informe señala que el 11% de las empresas de todo el mundo que contestaron tienen ahora nuevos inversores gracias a la certificación. No parece mucho, pero es positivo desde la necesidad de ir construyendo “otra economía” que pueda ir seduciendo empresarios que vayan abandonando la óptica de la maximización de ganancias a favor de otra que tenga en cuenta los beneficios del entorno. Un dato positivo es que el 42% de las empresas relevadas ganó nuevos clientes a partir de la certificación
Para certificar las empresas no necesitaron hacer cambios en infraestructura ni contratación de más personal, pero sí las modificaciones estuvieron por el lado de la gestión, como capacitar a su personal o cambiar la relación con sus proveedores.  Ninguna del 22% que realizó cambios, tuvo costos relacionados a estos cambios.
Entre los beneficios visualizados por las empresas están el de empezar a formar parte de un movimiento global de empresas regidos por un nuevo enfoque económico, integrarse a una red de apoyo, la mejora en la calidad del trabajo, acceso a nuevo clientes y a inversionistas, la mejora del posicionamiento en el mercado, entre otras. Y más de la mitad de los encuestados consideran que las empresas B son bastante atractivas para los inversionistas de impacto, una nueva clase de inversionista que invierte en empresas rentables, pero de alto impacto social y ambiental.
También como beneficio real existe el beneficio de la red de apoyo, lo que sugiere que, las empresas que se certifican, pasan a estar dentro de una red en donde se genera una colaboración entre ellas, y donde también se crean alianzas. Lo mismo ocurre con el posicionamiento. Las empresas B se posicionan fuertemente en los medios de comunicación, eventos masivos, foros y seminarios.
Las empresas B Corp en Argentina.  Sólo ocho empresas argentinas contestaron el cuestionario del equipo de investigación de la UNNOBA y que la población puede a veces no ser suficientemente grande para poder sacar conclusiones. Por lo tanto, solo son explicados para analizar las tendencias y poder entender mejor las expectativas y oportunidades del país.
Entre las ocho empresas argentinas que respondieron a la encuesta, cinco son pymes  y el resto entra en la categoría de micro. Mientras que la tendencia de la totalidad de las empresas encuestadas es de ofrecer una actividad de servicio, las empresas argentinas tienen todas salvo una, una actividad de producción.
Para certificarse estas empresas no tuvieron que contratar más empleados, pero sí capacitar a sus plantas. Es importante tenerlo en cuenta porque eso significa que requiere  tiempo y por lo tanto dinero. Esto podría ser la razón por la cual las empresas argentinas piensan en gran mayoría que los dos mayores inconvenientes de la certificación son el costo y el tiempo.
Ninguna de las empresas argentinas tuvo que cambiar su infraestructura, ni tampoco la  relación con sus proveedores y la gran mayoría de ellas tenían anteriormente otras certificaciones y ya desarrollaban algunas actividades de Responsabilidad Social Empresaria.
Las empresas argentinas no ganaron tantos clientes o inversores pero hay que notar que sólo con la ayuda de una certificación ya casi un cuarto tuvo nuevos clientes y algunos inversores, lo que no es despreciable.
El trabajo de la Universidad demuestra que a nivel mundial son muchas las empresas que están pensando que el entorno es importante y que su rol no es sólo buscar el máximo de ganancias. Apostar desde la sociedad y el Estado a estas tendencias contribuiría en gran medida a la construcción de “otra economía” y otra sociedad, una economía y sociedad indispensable si queremos revertir la crisis civilizatoria que vivimos.
Fuente: http://www.laverdadonline.com/noticias/locales/negocios-con-responsabilidad-qu-son-las-empresas-b-corp

domingo, 6 de diciembre de 2015

Uruguay y la Responsabilidad Social Empresaria

Los mercados empiezan a exigir políticas de responsabilidad social empresarial, por lo que es necesario poner el foco en factores vinculados a la sostenibilidad de las empresas, en aspectos sociales, económicos y ambientales.

Este punto fue destacado a El Observador por el experto de la organización Deres, Eduardo Shaw, luego de disertar el pasado martes en la Cámara Mercantil de Productos del País (CMPP). Sostuvo que ese concepto es válido también para las empresas agroindustriales y agropecuarias.

El experto se refirió al concepto de responsabilidad social empresarial, su evolución y el por qué hoy se habla tanto de este tema y en particular cómo empieza a impactar en el desarrollo de las empresas y de los negocios.
Shaw destacó la necesidad de ir observando de qué manera se puede manejar este concepto para que los empresarios se relacionen con los mercados externos.

Explicó que cuando se habla de responsabilidad social empresaria, el concepto está muy asociado al desarrollo sostenible. Quiere decir que las empresas tienen que ser económicamente viables, generar desarrollo social y también cuidar el medio ambiente.

Los aspectos sociales, económicos y ambientales que son en los que los empresarios deberían basarse, son los que se reflejan en los reportes de sostenibilidad que hacen las empresas.
Son conceptos que se aplican a las empresas en forma global, pero referido a las empresas agropecuarias y agroindustriales desde Deres se han impulsado cinco áreas de responsabilidad social en las que las empresas deben desarrollar sus programas.

Un punto está vinculado a la ética y al gobierno corporativo, que tiene que ver con la transparencia, los códigos de ética y la toma de decisiones. Otro está referido a la calidad de vida y las prácticas laborales. Por otro lado, está la protección del medio ambiente que refiere al compromiso de no generar impactos negativos. En cuanto a la cadena de valor, hay que ver cómo la empresa se vincula y se desarrolla con acciones responsables con los proveedores, distribuidores y consumidores.

La última área refiere al desarrollo de la comunidad, lo que significa analizar cómo la actividad de la empresa desarrolla la comunidad en la cual está inserta, afirmó Shaw.

De este último punto, explicó que las empresas que están insertas en una comunidad deben tener claro estos conceptos, porque su accionar impacta en la comunidad y tiene que ver entonces cómo puede mejorar el desarrollo económico y social. Tiene personas que trabajan en la empresa y debe cuidar las condiciones laborales y su desarrollo personal, cuidar el medio ambiente, vinculándose con otros actores como los transportistas o quienes le brindan la semilla por ejemplo. Todo ese conjunto de actores centrado en una visión de una empresa que tiende a ser socialmente responsable. Esos factores están comenzando a ser exigidos por algunos mercados y por lo tanto las empresas lo empiezan a publicar en sus reportes.

Por lo tanto es necesario comunicar más y mejor este tipo de acciones, habiendo sectores como el forestal que que han sido grandes impulsores porque han traído políticas de los países de orígen donde hay un fuerte desarrollo de las políticas sostenibles. También ocurre con empresas productoras de semillas y de cultivos agrícolas.

Avances de Uruguay

Uruguay está avanzando en los temas de responsabilidad social empresarial, lo cual es relevante si se tiene en cuenta que muchos países utilizan cada vez más los reportes de sostenibilidad de las empresas, dijo Eduardo Shaw. Por ejemplo, es creciente el manejo de información vinculada a la huella de carbono, como también de la huella hídrica. También se usa en el medio financiero, donde por ejemplo el acuerdo "Los principios del Ecuador" que es una iniciativa voluntaria tiene la adhesión de los bancos, que para facilitar préstamos para determinados tipos de proyectos es necesario presentar una evaluación socio ambiental sobre la propuesta. La mayoría de los bancos internacionales está adherida y en Uruguay también lo hizo el Banco de la República. Algo similiar ocurre en algunos productos de inversión.
Fuente: http://www.elobservador.com.uy/tambien-el-agro-politicas-rse-seran-una-exigencia-n702599

jueves, 8 de octubre de 2015

Bolsa de Valores Social en España (RSE)

Conocida como ‘ley del crowdfunding’, la Ley 5/2015 de Fomento de Financiación Empresarial se aprobó el pasado abril y establece las reglas del juego en de la financiación participativa, tanto para inversión en capital (en crowdinvesting) como la inversión en préstamos (crowdlending ). A partir de ahora, las plataformas deben cumplir con estrictos criterios de transparencia, recursos propios, conflicto de intereses y protección del inversor. Además, será necesario contar con la autorización y supervisión de la CNMV.
Nostoc Biotech, Utopic_US y Wake App Health son los tres proyectos que abrirán la primera campaña de inversión participativa en la Bolsa Social.
Nostoc Biotech trabaja con el objetivo de reducir la aplicación de químicos en la agricultura, reequilibrar los suelos y preservar su salud a través de productos agrícolas naturales como biofertilizantes elaborados con productos biológicos.
Utopic_US, compañía dedicada a la economía colaborativa que promueve un modelo organizativo y social basado en el coworking, la creatividad, la responsabilidad individual y la transparencia. Para ello, dispone de espacios diversificados que suman más de 2.300 m2 y organiza el Zinc Shower, el mayor evento de economía creativa y colaborativa de España, entre otras actividades y propuestas.
Wake App Health, por su parte, es un consolidado proyecto de mHealth dedicado al desarrollo de estrategias de intervención en salud a través de la tecnología móvil. En sus tres años de vida ha creado un total de 11 apps para dar respuesta a problemas de salud en ámbitos como la dermatología, la oncología, la salud cardiovascular, el embarazo y la salud mental. Además, es la primera incubadora de mHealth en España porque identifican aquellos proyectos que pueden tener un mayor potencial de crecimiento en el mercado y crean spin-offs a partir de ellos. Asimismo, actúan como catalizadores de otros proyectos que se están desarrollando en el sector.
“Los proyectos ya están publicados en la plataforma y han sido previamente seleccionados y analizados por nuestros expertos, con la colaboración de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Ahora estamos llevando a cabo la due diligence legal, con el apoyo de los abogados de Gómez Acebo y Pombo, y a finales de octubre los inversores, tanto profesionales como minoristas, podrán invertir en estas empresas para buscar una rentabilidad integral: económica, social y medioambiental”, afirma en la web oficial Jose Moncada, Director General de la Bolsa Social.
Fuente: http://comunicarseweb.com.ar/?page=ampliada&id=15011

domingo, 20 de septiembre de 2015

Avances en Argentina en Responsabilidad Social Empresaria

Las acciones de responsabilidad social empresarial (RSE) aumentanen Argentina, con iniciativas vinculadas a una alimentación saludable o al consumo consciente de alcohol, a las cuales se añade una mayor oferta educativa sobre el tema.
Este fin de semana diversas compañías, de alcance local e internacional, realizaron acciones al respecto, como la cadena de comida rápida McDonald's, que celebró su jornada nacional de puertas abiertas, con lo cual el público pueden visitar la cocina y las instalaciones de cada local.
"Puertas abiertas se hace en los 220 locales del país, con visitas que pueden solicitarse de 9:00 a 11:00 (de 12:00 a 14:00 GMT) y de 15:00 a 18:00 (18:00 a 21:00 GMT).
La iniciativa está orientada a todas las edades, "pero los que más asisten son el público familiar y la juventud", dijo a Xinhua la jefa de Nutrición de la compañía, Dolores Pizarro.
El recorrido por la cocina se realizó en grupos de cinco invitados, con explicaciones sobre el funcionamiento del sector, mientras el local seguía su actividad diaria.
La directiva dialogó con Xinhua en un local ubicado en la esquina de las avenidas Callao y Santa Fe, en el barrio norte de Buenos Aires, donde precisó que "el aspecto nutricional del menú demanda una elaboración y estudios de hasta un año de duración".
"Por ejemplo, en el estudio nutricional y calórico se decidió bajar la cantidad de calorías del producto para niños ("Cajita Feliz") y se incorporó la manzana", resaltó Pizarro.
La firma, que en Argentina opera bajo la denominación Arcos Dorados, tiene otros programas, como el de separación de residuos en reciclables y no reciclables, el cual prevé la incorporación de adolescentes de 16 años en situación de vulnerabilidad.
"Tras el programa, muchos de ellos volvieron a ser contactados y supimos que habían terminado la escuela secundaria, y consiguieron empleo o fueron empleados por la compañía", mencionó la directiva.
Por su parte, las tres principales compañías cerveceras de Argentina realizaron el Día del Consumo Responsable.
Por primera vez, 2.000 empleados de las tres firmas (Cervecería y Maltería Quilmes, CCU Argentina y Cervecería Argentina Isenbeck), miembros de Cerveceros Argentinos, se unieron para concienciar sobre la venta y el consumo responsable de bebidas con alcohol durante recorridos en distintas ciudades del país.
En total, se alcanzaron 26.000 personas a nivel nacional, informó la responsable de prensa del Día del Consumo Responsable, Josefina Sarkany.
Los líderes de las tres compañías cerveceras firmaron un acta para trabajar juntos en una serie de compromisos globales, en apoyo a la estrategia global en la que trabaja la Organización Mundial de la Salud.
La iniciativa se realizó en diferentes puntos de encuentro establecidos en las ciudades de Buenos Aires, Salta, Santa Fe, Tucumán, Corrientes, Córdoba, Mendoza y Neuquén.
El presidente de Cerveceros Argentinos, Pablo Querol, explicó que las firmas buscan que "la sociedad disfrute responsablemente. Por eso, fue fácil juntar a todas las empresas y dejar bien clara nuestra apuesta por la educación y la concientización".
El gerente general de CCU Argentina, Fernando Sanchís, dijo sentirse orgulloso de apostar por este tipo de acciones que dejan un mensaje en la comunidad, en este caso con la frase "las bebidas con alcohol son compatibles con una dieta equilibrada y vida saludable".
Con la finalidad de apoyar a las organizaciones sociales que trabajan en temas relacionados con la alimentación para mejorar la calidad nutricional de familias en situación de vulnerabilidad, Carrefour Argentina invitó a organizaciones no gubernamentales (ONG) de todo el país a la presentación de proyectos sostenibles.
La convocatoria se lanzó en las categorías alimentación, oficios sobre alimentación, equipamiento, programas educativos, programas alimenticios e innovación, con premios por más de dos millones de pesos (200.000 dólares) para financiar los proyectos que serán llevados a cabo en 2016.
Esta iniciativa forma parte del programa nacional de responsabilidad social empresaria de Carrefour, denominada "Sumando Voluntades", a través del cual se desarrollan actividades sostenibles que favorezcan a las comunidades donde está presente.
En este contexto, las universidades locales abrieron una oferta cada vez más amplia en materia de RSE.
La Universidad Argentina de la Empresa ofrece un posgrado en Gestión Estratégica para el Desarrollo Sustentable, mientras que el Instituto Tecnológico de Buenos Aires tendrá en 2016 una maestría en Dirección Estratégica y Tecnológica para desarrollar la capacidad de toma de decisiones y aplicar tecnología para lograr una competitividad sostenible.
La Universidad de San Andrés cuenta con una iniciativa destinada a quienes se desempeñan en roles gerenciales y técnicos ligados a la gestión de la RSE y la sustentabilidad, mientras que la Universidad Torcuato Di Tella propone un programa de dos meses y medio de duración sobre Responsabilidad Social, Inclusión y Sostenibilidad. 
Fuente: http://spanish.china.org.cn/international/txt/2015-09/20/content_36632412.htm

lunes, 14 de septiembre de 2015

La Responsabilidad Social Empresaria en las empresas familiares de España

Los datos de esa encuesta arrojan que las empresas familiares están muy sensibilizadas con la RSE, pero creen que tienen todavía mucho camino por recorrer en el ámbito de la gestión de la acción social, dotándose de modelos y sistemas que favorezcan su implantación, aseguren el control de su desarrollo y sean capaces de medir su impacto, tanto puertas afuera como puertas adentro de la empresa.
La mayoría de los participantes en esta consulta (el 82,61%) se muestra de acuerdo en la necesidad de que todo tipo de empresas adopten modelos de RSE, sin importar su tamaño, y coinciden en calificar de “fundamental” medir tanto el impacto social (así lo asegura el 65,22%) como el económico (como afirma el 52,17%), que se deriva de su puesta en marcha.

Más de un 78% de las empresas familiares asociadas a ADEFAM llevan a cabo actividades relacionadas con la RSE y las áreas principales en las que centran su acción son la salud y la educación (ambos campos acaparan cerca del 50% del total).
También sobresalen acciones dirigidas a la cooperación al desarrollo (17% del conjunto), el desarrollo empresarial y económico (13%) y la captación de fondos para ONG (8,5%).
En cuanto a las personas directamente beneficiadas de la acción social de las empresas familiares asociadas a ADEFAM, en más de un 70% de los casos son niños, mayores, mujeres y colectivos excluidos o en riesgo de exclusión social.
Asimismo, cerca de un 30% de las empresas familiares involucran a sus propios empleados en el desarrollo de acciones de RSE y otro 22% hace lo propio con sus clientes y organizaciones sin ánimo de lucro.
Fuente: http://www.efeempresas.com/noticia/responsabilidad-social-empresarial-rse-profesionalizarse-empresas/

lunes, 17 de agosto de 2015

Social Responsibility Into Your Company

Entrepreneur and CultureIQ are searching for the top high-performing cultures to be featured on our annual list. Think your company has what it takes? 
Since founding FinancialForce.com in 2009, one of my main missions for the company and its employees has been to remain humble, have gratitude and give back wherever and whenever possible. Like the majority of businesses, we don’t have billions of dollars on hand to donate to charity, so instead we give something just as valuable -- our time.
While this sounds simple enough, creating sustainable and long-lasting, “time-oriented” social responsibility programs into a business, and then actually getting employees to voluntarily participate in them, is no easy feat. As much as people want to work for a socially responsible company (79 percent, in fact), it’s up to a company’s leadership team to guide them through the process.
With so many entrepreneurs trying to effectively navigate this arena, particularly considering how important that arena has become to talent acquisition and retention, I'll share my top tips for building social responsibility directly into a company.

1. Embed social responsibility your company's foundation.

When social responsibility is made a critical aspect of a company’s identity, it’s much easier to grow it alongside the business. I learned this early on through the establishment of FinancialForce4Good, our company’s global, philanthropic arm, whose goal is to make a positive impact on the local communities where our employees live and work.
By making a concerted effort to involve employees in time-oriented activities such as volunteering at food banks and blood drives, or helping to build Habitat for Humanity homes (among many other projects), we found that FinancialForce4Good became integral to our company’s unique culture.
Truly, our employees said they felt a sense of pride for the things they accomplished together, which in turn inspired others to get involved. As a result, our philanthropic efforts became much more sustainable in the long run.

2. Create an official committee to spearhead volunteer opportunities.

Finding, tracking and participating in volunteer opportunities is time-consuming. Without people to manage these activities, volunteering will quickly fall by the wayside. FinancialForce4Good gave us the opportunity to create an “official committee” of individuals responsible for research, partnerships and organizing volunteer programs for the company.
Individuals on the committee are available as a resource for employees with questions about upcoming volunteer opportunities, and recommendations for new programs. Now, joining the committee shouldn’t be a permanent endeavor; I’d recommend rotating people in and out on an annual basis (unless, of course, people want to stay on!). This ensures that no one becomes burnt out on the planning side and that there are always fresh ideas and opportunities coming to the table.

3. Make social responsibility a social endeavor.

Company philanthropy should feel like a privilege, not a chore. Entrepreneurs should set out to instill a corporate mindset that volunteering at work is fun! It should be a time that employees value, a time when they can step away from the chaos of their workday and get to know people outside of their departments, forge new bonds and help their local communities.
Not only will this "break from work” help improve the world around us, it will also create a stronger sense of teamwork and company culture. In addition, this mindset will help employees find value in their company that simply cannot be achieved by an orientation session, office party or quarterly business review.
Setting time aside for employees to come together and give back to the community (once a quarter, at least) boosts morale, helps them reconnect with society and inspires them to do more good.
For me, it’s been incredibly rewarding to see what our employees have accomplished by merely giving their time and support to their communities across the globe. For anyone thinking about starting a business, I urge you to make social responsibility a priority from day one. You won’t regret it!
For those with established companies looking to make more of a social impact, it’s not too late. Building a program that encompasses these three tactics is a great place to start. 
Fuente: http://www.entrepreneur.com/article/247959

sábado, 18 de julio de 2015

La RSE (Responsabilidad Social Empresaria) empieza en la propia empresa

La RSE (Responsabilidad Social Empresaria) consiste en planificar y gestionar la pyme realizando acciones por la protección del medioambiente y la mejora social simultáneamente con la búsqueda del incremento de la productividad.
Un tema que podría resultar muy efectivo para su empresa es el relativo a la seguridad y la salud laboral (SSL). 
La SSL es una multi-disciplina integrada por las acciones cuya finalidad es la prevención de los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales. Dentro de ella, un tema prácticamente olvidado es el relativo al mejoramiento de la sede la empresa. 
Es frecuente que las empresas –en especial las pymes- ubiquen en inmuebles construidos para otros fines, distintos al productivo. En ocasiones, hasta han sido construidos para vivienda. Así, no resulta extraño que presenten inconvenientes o que sean inadecuados para realizar la explotación.
Algunos propietarios no reparan en estas dificultades o llegan a naturalizarlas ya que las reparaciones son o aparecen como costosas y porque no advierten fácilmente sus beneficios.
Sin embargo, la mejora de la sede de la empresa es muy beneficiosa. Algunas acciones sencillas y de bajo costo, le permitirán elevar la eficacia de sus trabajadores, evitar grandes pérdidas, ayudar a que la empresa sea más atractiva para los clientes y producir una mejor impresión sobre usted como empresario y empleador.
Le sugerimos a continuación acciones sencillas, económicas y muy ventajosas.
Ocúpese de la ventilación de los lugares de trabajo
La adecuada ventilación es una exigencia legal y una necesidad de los trabajadores no solamente en empresas industriales. Si la extracción de aire y el ingreso de aire fresco no son suficientes, el área de trabajo se resentirá o incluso contaminará con vapores, polvo, emanaciones o gases. 
En talleres industriales es conveniente disponer la renovación del aire entre 8 a 12 veces por hora. Además, es indispensable asegurar al menos 10 metros cúbicos de aire por trabajador.
Cuanto más pequeño sea el local, mayor deberá ser el flujo de aire.
Seguramente todo local de trabajo dispone de alguna ventilación natural; pero en algunas zonas o en verano el abastecimiento de aire fresco suele ser insuficiente.
“Ventilación” y “circulación de aire” no son sinónimos. La ventilación es la sustitución de aire contaminado por fresco. La renovación, en cambio, solo tiene el propósito de mejorar el bienestar térmico desplazando el aire sin renovarlo.
Aproveche las corrientes horizontales de aire
Las corrientes horizontales de aire mejoran el bienestar térmico y eliminan la contaminación. 
El método más simple y generalizado consiste en abrir las ventanas. Las ventanas de hojas múltiples sirven para regular las corrientes de aire según las condiciones del viento.
Utilice la tendencia a elevarse del aire caliente
En ocasiones (por ejemplo, en las áreas de producción de algunas industrias de mayores dimensiones o en el verano) el aire caliente permanece estancado arriba. Solucione este problema aprovechando la tendencia del aire caliente a elevarse con el efecto denominado “chimenea”, es decir, abriendo en el techo suficientes entradas de aire. Podría, por ejemplo, reemplazar los vidrios fijos de las claraboyas por celosías ajustables. 
Si esto resulta insuficiente o permite la entrada de polvo desde el exterior, podría instalar extractores eléctricos para aumentar el desplazamiento de aire. También, instalar extractores que funcionen por convección natural sin consumo de energía. 
Si resuelve adoptar una de estas sugerencias, algunos consejos operativos le serán útiles. 
Sume a los trabajadores de su pyme en la decisión de la medida a adoptar
Obviamente usted obtendrá asesoramiento profesional. Le sugerimos que, además, permita que los empleados aporten sus criterios y experiencia. 
Accediendo a que los trabajadores expresen sus ideas y puntos de vista, enriquecerá las propuestas. Los empleados pasan muchas horas en su pyme, por lo que la conocen tanto como usted aunque con una mirada distinta a la suya. 
Receptando el consejo técnico –el proveniente del profesional externo o interno que lo asesore- con la visión pragmática en sus trabajadores, logrará armonizar los distintos criterios. 
Frecuentemente los empleados proponen modificaciones creativas, sencillas y de bajo costo.
Además, las metodologías participativas contribuirán al posterior involucramiento de los trabajadores en las medidas adoptadas. 
Para recibir las sugerencias de sus empleados es ideal que disponga realizar encuentros con formato de taller. Si usted no posee experiencia en conducir acciones de este tipo ni tampoco cuenta con asesores o consultores que lo auxilien, es suficiente con que permita que los trabajadores expresen con libertad sus opiniones y, muy especialmente, esté dispuesto a recibir las opiniones y adoptar las sugerencias. 
Diseñe un plan sencillo y escríbalo 
Trace un plan simple. 
Al menos, tenga en cuenta las acciones, el orden cronológico de su ejecución y los recursos que destinará.
Escríbalo. Tome nota inicialmente de su diseño y luego de su ejecución. 
Conserve un ejemplar del plan, idealmente en papel y digitalizado. Así, podrá luego revisarlo y, si fuera necesario, corregirlo o repetirlo.
Fuente: http://www.mdzol.com/nota/618338-la-mejora-de-la-sede-de-la-empresa/